Teoría del color
En el arte de la pintura, el diseño gráfico, el diseño visual, la fotografía, la imprenta y en la televisión, la teoría del color es un grupo de reglas básicas en la mezcla
de colores para lograr el efecto deseado combinando colores pigmento.
Colores primarios
Dentro de la teoría del
color, existen los colores pigmento
os colores pigmento son
los colores físicos (pinturas, tintas…) son el azul cian, el rojo magenta y el
amarillo medio con el blanco y el negro (CMYK).
Colores secundarios
Los colores secundarios son aquellos que se forman de la mezcla, por
partes iguales, de dos primarios (es decir: de la mezcla del azul y el amarillo
surge el verde, del rojo y amarillo, el naranja y del rojo y azul, el violeta).
Colores complementarios
Los colores complementarios son colores que se sitúan enfrente de otro en lo que se conoce como la rueda de color.
Contrastes de color
A la hora de combinar colores, conocer sus
relaciones entre sí y los comportamientos que nuestro ojo tiene al percibirlos
nos permitirá llegar a un resultado más cercano a nuestro objetivo. Podremos
hacer combinaciones más estridentes que llamen la atención del espectador o
podremos buscar combinaciones más armónicas para traer al espectador a la calma
y la tranquilidad.
Contraste de colores puros
Es la combinación de colores saturados. El grado
máximo de tensión lo protagonizan los colores primarios (amarillo, magenta y
cian). Estos colores son los más puros y por ello son los que mayor contraste
producen al combinarlos.
Contraste de claro y oscuro
La tensión máxima de este contraste se da entre el
blanco y el negro. Entre ellos están toda la gama de grises y los diferentes
grados de los colores. La gama de grises ayuda a suavizar tonos de contraste
intenso. Por tanto, mediante el uso de grises podemos suavizar combinaciones de
tonos muy estridentes.
Contraste
de complementarios
Este es el efecto de contraste más utilizado. Dos
colores complementarios son los que están enfrentados en el círculo cromático.
Su combinación nos permite percibir el color de la forma más precisa, pero
puede resultar algo violenta al ojo.
Para armonizar esta combinación se aconseja que uno
de los colores lo mantengamos puro mientras que el otro lo regulemos añadiendo
blanco o negro. El tono puro no debe ocupar mucho espacio porque debe ser
inversamente proporcional a su intensidad.
Podéis notar la diferencia en la siguiente imagen.
La fila de arriba son todo tonos puros, mientras que la segunda fila son tonos
puros rodeados de complementarios regulados con blanco.
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